Algunos test de antígenos son diez veces menos sensibles con la variante alfa

Un estudio alerta de que algunos test de antígenos son diez veces menos sensibles con la variante alfa. El estudio remarca la importancia de ir validando la capacidad de detección de las pruebas frente a las mutaciones del coronavirus

La pandemia todavía no ha finalizado y varias situaciones lo corroboran. Las variantes del coronavirus siguen poniendo dificultades en los servicios sanitarios para detectar los contagios. Un estudio realizado por el equipo del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa ha corroborado que algunos test de antígenos son diez veces menos sensibles frente a la variante alfa, aunque sí que son efectivos con ómicron. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista Frontiers in Microbiology.

 

El estudio tenía como objetivo ver si las diferentes variantes del virus SARS-CoV-2 pueden comprometer la capacidad de detección de los tests rápidos. En total se han analizado cuatro marcas de test de antígenos –Roche, Nesapor, Siemens y Abbott– utilizando virus aislados a partir de pacientes para detectar las variantes alfa, beta, delta y ómicron, consideradas preocupantes en diferentes momentos de la pandemia. El estudio pone en evidencia la importancia de ir validando la sensibilidad de los test a medida que van apareciendo nuevas variantes.

 

 

El análisis realizado demuestra que, en condiciones favorables en las que los test contienen suficiente líquido para romper bien los virus, uno de los cuatro test estudiados pierde sensibilidad contra la variante alfa. En condiciones extremas, en cambio, todos los test pasan a ser 10 veces menos sensibles a la variante alfa y, dos ellos, a delta. En cuanto a ómicrono y beta, la capacidad de detección de los tests estudiados no se ve alterada en ninguna condición, un dato que se ve positivo, ya que el ómicrono es una de las últimas variantes de preocupación.

 

En definitiva, remarca IrsiCaixa, el estudio demuestra que la eficacia de los tests rápidos puede verse afectada por la aparición de nuevas variantes y, por este motivo, consideran que «es clave» realizar su seguimiento. Para poder hacerlo, añaden, es necesario conocer exactamente qué regiones de la nucleocápsida detecta cada test de antígenos y controlar las mutaciones que incorporan las nuevas variantes para predecir si éstas afectan a las regiones detectadas por el test. La investigación ha contado también con la participación de NESAPOR EUROPA y el Servicio de Microbiología del Hospital Germans Trias.